La dentadura de un bebé comienza a emerger a partir de los seis meses pudiendo durar la dentición completa de leche hasta los 3 años. Hay momentos en que el inicio del brote de los dientes es anterior a esa edad e incluso hay niños que llegan a nacer con algún diente, lo cual se debe a que la erupción dental tiene que ver con un factor genético.

La erupción dental no provoca enfermedad a un niño ya que este periodo abarca una gran etapa si bien no existe causa-efecto. La gran salivación que se produce se debe a que el bebé está preparando su ingesta de alimentos y continuamente rozando los dientes con la lengua.

La aparición de diarrea, fiebre alta o vómitos es posible si bien su vinculación con la aparición de los dientes no es tan directa. Es normal que en ese periodo los niños estén más irritables, con las encías inflamadas y se lleven todo a la boca, lo que puede derivar en el contagio.
Por otro lado el cambio de PH de la saliva sí puede provocar escoceduras: se vuelve más ácida y al tragarla la orina también se vuelve más ácida lo que da lugar a irritaciones e incluso heridas.