Una gran mayoría está acostumbrada a la exclusividad del uso del cepillo de dientes para mantener nuestra boca limpia y sana cada día. Sin embargo, estos no son suficientes para una higiene completa, ya que muchos de ellos no llegan a todas las zonas de la boca y, normalmente, la placa y los restos se mantienen entre los dientes y encías, promoviendo la formación de caries y la aparición del mal aliento.
Para evitar que esto pase, queremos recomendaros un limpiador interdental como el hilo dental o los cepillos interproximales. ¿Necesitas saber cómo se utilizan para mantener una buena higiene en tu boca? Te lo mostramos.
- Hilo dental: Hay que prestar atención a la cantidad de hilo dental que usamos, ya que un hilo muy largo nos dificulta el acceso a algunas zonas y es más difícil de introducir entre los dientes, llegando incluso a dañar la encía. Lo mejor es utilizar unos 30 cm y enrollarlo en el dedo corazón de ambas manos, así podremos hacer uso del índice y el pulgar para facilitar su fricción.
- Cepillo interproximal: Aquí también dependeremos del tamaño. Para la parte anterior de la mandíbula lo introducimos recto y suavemente iremos sacando y metiendo varias veces el cepillo. Para los dientes posteriores, doblaremos el alambre ligeramente para tener mayor soltura al realizar la suave fricción antes descrita.