Es indudable que durante estos meses veraniegos aumenta nuestro consumo de hielo, pero cuidado, la forma en que se hace influye y mucho en nuestra dentadura.
Debemos tener claro que las licuadoras y demás artefactos son perfectos y están pensados para triturar el hielo, pero los dientes, a pesar de lo que muchos creen no lo están. No son pocas las personas que habitualmente tienen la costumbre de masticar el hielo, especialmente en estos días de calor, pero ello puede provocar lesiones en encías y dientes.
La mejor forma de refrescar la boca con hielo es dejar que este se derrita en nuestra boca como si fuera un caramelo. Si necesitamos sentir un crujido, podemos ingerir zanahorias pequeñas o manzana.
Masticar el hielo se asocia de forma habitual con anemia causada por una deficiencia de hierro, situada en un 20% de mujeres, 50% de mujeres embarazadas y un 3% de hombres. Dicha necesidad debe corregirse con el uso de diferentes suplementos de hierro, pero nunca con esta mala práctica que solo traerá problemas a nuestra dentadura.