- Controla lo que comes: Es importante controlar qué y cuánto se come, sobre todo en relación a los típicos dulces navideños. Los azúcares (junto a una mala higiene) favorecen la aparición de las caries.
- Cepilla tus dientes siempre antes de acostarte: Con tantas comidas fuera de casa es difícil mantener la higiene bucodental. Pero aunque se coma o cene fuera, no hay excusa para dejar de cepillarse. Si tienes que saltarte algún cepillado, procura que no sea el nocturno.
- Cuida tu sensibilidad dental: Si sientes tus dientes sensibles al comer, beber o al cepillarte, no olvides que un gran número de las bebidas son ácidas. El efecto de estas bebidas sobre la sensibilidad dental aún es superior si se combinan entre sí y están fríos y azucarados. Un tratamiento específico recomendado por tu dentista y el control en el consumo de estos ácidos ayudará a aliviar la hipersensibilidad dental.
- No dejes que se manchen tus dientes: Para evitar el oscurecimiento de tus dientes puedes evitar el vino tinto, café, té o refrescos de cola en exceso. Igual sucederá si abusas del chocolate negro. Y aún más si eres fumador.
- Precaución al morder con los dientes delanteros: Sobre todo si llevas restauraciones de ‘composite’ o carillas, pues podrían fracturarse o despegarse.