Hablar de estos dos elementos es hacerlo de una relación muy estrecha, no en vano el estrés se considera factor de riesgo en cuanto a distintas patologías de la boca.
El dolor dental es considerado una clara manifestación de que el estrés ha producido algún daño. Debido a esto es recomendable una visita periódica al odontólogo para advertir de estos signos iniciales en el conjunto de estructura de la boca de patologías como:
Bruxismo. Sus signos son inconfundibles como aplanamiento del borde de los dientes, desgaste del esmalte, pequeñas fisuras en la lengua, etc.
Los trastornos en la articulación temporomandibular. El estrés puede implicar dolores en la articulación o incluso notar algún chasquido.
Enfermedad periodontal. La aparición de la misma puede estar asociado a una periodontitis por lo que la inflamación, sangrado y molestias en las encías son síntomas habituales y que deben llevar consulta al odontólogo.
En definitiva, el tratamiento preventivo es la mejor opció, tanto acudiendo al odontólogo como manteniendo la higiene oral.