Consejos para elegir la férula dental

Existen numerosos tipos de protectores y férulas bucales que se pueden adquirir en diferentes establecimientos como farmacias o clínicas dentales, dependiendo del tratamiento o afección para la que se vaya a usar la férula. En este artículo hablamos sobre ello, pero empecemos por el principio:

Tipos de protectores

Protectores deportivos

Si bien estos dos aparatos orales protegen los dientes, lo hacen de diferentes maneras. Un protector deportivo o protector bucal protege los dientes mientras se practican deportes de contacto como el boxeo o el rugby. Son de goma o plástico y en la consulta dental, el odontólogo puede prescribirlo a la medida de su boca.

Estos protectores cubren tanto los dientes como las encías para evitar lesiones en los labios, las encías y los dientes, así como para absorber el impacto de golpes y caídas.

En la farmacia también se encuentran un tipo de protectores bucales estándar que se suelen ajustar mediante calor, pero no es probable que queden tan bien ajustados como uno hecho a medida.

Los que están hechos a medida ofrecen:

  • comodidad
  • un ajuste perfecto
  • una mayor protección

Férulas dentales de descarga

Por otro lado, una férula de descarga nocturna evita que se rechinen o aprieten los dientes de manera inconsciente mientras se duerme, afección que está muy relacionada con el estrés y la ansiedad.

Muchas personas desconocen la afección denominada bruxismo, en la que se rechinan o aprietan los dientes mientras duermen. A veces, las personas lo notan al despertarse con dolor en la mandíbula, pero por lo general, no es hasta que el dentista ve el esmalte de los dientes desgastado y otros síntomas durante un chequeo en la consulta dental. En algunos casos, el rechinar de dientes también puede ser lo suficientemente fuerte como para despertar a su pareja.

Los síntomas más comunes del bruxismo incluyen:

  • Esmalte dental gastado
  • Dientes sensibles
  • Dolor de mandíbula
  • Músculos de la mandíbula cansados ​​o tensos
  • Dolores de cabeza al despertar
  • Dolores de cuello o cervicales
  • Interrupción del sueño

Si no se trata, el bruxismo puede dañar permanentemente los dientes, las encías  o los implantes (en el caso de que se lleven). Si se sospecha que se padece bruxismo, lo mejor es preguntar a su dentista sobre las diferentes posibilidades de tratamiento, siendo la opción más habitual la férula de descarga.

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