Seguramente todos hemos oído hablar de este elemento. Se trata de una placa de plástico duro y transparente que se coloca en una de las arcadas dentales con el fin de evitar el contacto entre los dientes superiores e inferiores con motivo de dolor en la mandíbula, de cabeza, rechinar y desgaste de los dientes.
La función de esta férula de descarga permite la relajación de los músculos, así como la colocación de la articulación mandibular en su posición natural, proceso llamado desprogramación.
La realización de esta férula surge de la toma de medidas de la arcada superior e inferior a cargo de un laboratorio dental y que será ajustada por nosotros posteriormente.
Los primeros días puede resultar incomoda y llegar a producir un exceso de saliva, pero sin llegar a molestar ni doler los dientes, siendo necesario ir ajustándola poco a poco.
En su mantenimiento hay que lavarla con el cepillo de dientes convencional, agua del grifo y jabón neutro, pero nunca con pasta de dientes.
Si no se mantiene la higiene de la férula de descarga, puede empezar a oler mal y causar un mal sabor de boca.