- Cepilla tus dientes 3 veces al día: Es lo ideal. Sin embargo, el más necesario de todos es el cepillado de la noche, de esta forma evitarás padecer infecciones y cualquier tipo de enfermedad bucodental. Lo que no es recomendable es el exceso: la limpieza más de tres veces diarias puede dañar las encías y desgastar los dientes.
- Utiliza un cepillo suave: Con un cepillo o una pasta de dientes extrafuerte puedes irritar las encías. Será mejor que el cepillo tenga la punta de las cerdas redondeada y la cabeza no muy grande, para poder llegar así a todas las zonas de los dientes y la boca.
- Uso correcto del cepillo: Debes situar el cepillo en un ángulo de 45 grados y justo donde los dientes se encuentran con las encías. El cepillado debe ser firme pero no excesivamente fuerte y deberá ir de arriba a abajo para eliminar toda la placa.
- No olvides la lengua: Para una buena limpieza en la boca es necesario limpiar tanto los dientes como la lengua. Olvidándonos de ella nuestro cepillado estará incompleto. En ella se acumulan muchas bacterias, por lo tanto, deberás prestar atención.
- Utiliza hilo dental: Al menos una vez al día. El cepillo es ideal para entrar en tu boca y limpiar con facilidad los lugares más accesibles, sin embargo hay zonas más difíciles de alcanzar. Con el hilo lo lograremos.